Gobernar a contracorriente la Sanidad Extremeña

Ya nos tiene acostumbrado el gobierno de Monago a sus políticas de márquetin social con lemas en cada uno de los Consejos de Gobiernos Extraordinarios que celebra, con el lema tapiza el suelo, el fondo y la mesa donde se sientan los consejeros y consejeras a adoptar medidas con un grado de incumplimientos muy elevados.De este modo la política y la ideología de Monago ha pasado de “menos es más” en su primero Consejo de Gobierno Extraordinario, haciendo uso del minimalismo político, típico de épocas de postguerra, a “preparados para crecer” sin que hayamos crecido, para acabar en este último, despachándose con un “a contracorriente” sin especificar contra qué corriente, pero con unas políticas claras de ir a contracorriente de las necesidades de los extremeños y extremeñas.Supongo que quién susurra en la oreja del Presidente para lanzar los lemas, quiso en esta ocasión presentar a un Monago en contra, y separado de las políticas de Rajoy, con un único y exclusivo objetivo electoral. Cuando lo cierto es que Monago es cómplice y colaborador necesario de las políticas que se están llevando a cabo en España.Si esta contracorriente de los extremeños y extremeñas se ha puesto de manifiesto en todas y cada una de las políticas de Monago en Extremadura, en el conocido y perdido estado del bienestar es aun más evidente. Acabar con las políticas de atención a las personas en situación de dependencia, cambiar brutalmente el modelo educativo y el cambio de modelo sanitario han sido las banderas de estos gobierno de la derecha, tanto central, como autonómico.Al PP lo único que le ha interesado del estado del bienestar es el botín que representa y la mercantilización del mismo. Y en ese empeño han estado y están el gobierno de Rajoy, con la complicidad de los gobiernos autonómicos del PP, incluido el de Monago. Por ejemplo, su participación en el Consejo Interterritorial de Sanidad son para la aprobación y apoyo sin fisuras a medidas contra los más enfermos y más débiles.El lema de “a contracorriente” en el ámbito de la sanidad es de los más claros. Extremadura es una región con una densidad de población de 24 habitantes por kilómetro cuadrado, donde solamente el 37% de la población vive en lo que se consideran “grandes ciudades”. Es una región donde la media de las pensiones es más baja de todo el país y donde el motor económico se ha basado en su medio natural ahora desaprovechado.Si de verdad podemos hacer más con menos, si de verdad estábamos preparados para crecer y ahora vamos a contracorriente, Monago en sanidad debería haber protegido a la población, haber buscado los mayores niveles de autonomía personal y haber potenciado el desarrollo rural de Extremadura, combinándolo con políticas adecuadas en las grandes ciudades. Eso hubiera permitido una sociedad más igualitaria y más justa para salir de una crisis económica.Sin embargo, hemos asistido a un gobierno a contracorriente de la sociedad extremeña. Primero el cierre de los servicios de urgencias rurales, dejo descubiertos a un 30% de la población extremeña, o lo que es lo mismo, a un 50% de los extremeños y extremeñas que viven en nuestros pueblos. Pésima la solución que han intentado dar después.Con el nivel de rentas de nuestros pensionistas, con el nivel de paro juvenil en Extremadura, que ha hecho que las pensiones sean los únicos ingresos de muchas casas. Monago ha “castigado” a los pensionistas excluyéndoles 417 medicamentos de la financiación y poniéndoles un copago de un 10% de todas las medicinas que necesitan para tratar sus enfermedades crónicas y agudas. Un desembolso de más de 5 millones de euros, con una devolución escasa, y donde la promesa del ejecutivo es poner en marcha un sistema informáticopara que los pensionistas no adelanten más dinero, tras reclamarlo el PSOE por activa y por pasiva.La puesta en marcha desde que llegaron al gobierno en Extremadura de un “copago hospitalario”, los extremeños y extremeñas cuando ingresamos en nuestros hospitales nos piden que nos llevemos los medicamentos de casa, es como si se hubieran quedado sin medicamentos en los hospitales. Claro que así se copaga por los medicamentos dentro del hospital.Pero por si no tuviéramos bastante, las listas de espera de nuestra sanidad extremeñas están en niveles irreconocibles, el crecimiento brutal, la falta de transparencia y la desmotivación de los profesionales de nuestros centros hospitalarios están llevando a una situación muy compleja a las listas de espera y de difícil retorno fácil.La falta de inversión en infraestructuras, con el abandono de los consultorios locales, la no apertura de centros de salud ya terminados y la judicialización del hospital de Cáceres, así como el abandono de la construcción del Hospital de Don Benito-Villanueva de la Serena, no solo mermará la calidad de la sanidad, está acabando con el empleo de la acometida de estas acciones.Y por último, el copago de medicamentos de dispensación hospitalaria, aprobada en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud donde estaba presente el gobierno de Monago, ahora no pueden ponerlo en marcha, de momento, por problemas a la hora de cobrar el dinero, pero no porque les parezca injusto.Sería interminable los recortes en el ámbito sanitario que estamos viviendo y haciendo que la sanidad extremeña vaya a contracorriente de los ciudadanos.Monago comenzó con la política del minismalismo típica de países en guerra, donde se asegura lo más esencial, sin pedir nada más. Pasó por un momento de euforia diciendo que “estábamos preparados para crecer” en este 2013, donde hemos vivido las consecuencias de la recesión económica y ahora toca ir “a contracorriente”, pero de verdad a contracorriente de los extremeños y extremeñas.Con el paso de los Consejos de Gobierno Extraordinarios, se ve como anuncian como medidas estrella, soluciones parciales a los problemas que ellos, desde el gobierno han creado, así, han anunciado la reapertura parcial de algunos servicios de urgencias que cerraron, la puesta en marcha del sistema informático del copago que ellos implantaron...Los extremeños y extremeñas no nos merecemos lo que le están haciendo a nuestra sanidad, nos merecemos un gobierno que vaya dando respuestas a nuestras necesidades de salud. José María VergelesSecretario de Sanidad del PSOE de Extremadura

De este modo la política y la ideología de Monago ha pasado de “menos es más” en su primero Consejo de Gobierno Extraordinario, haciendo uso del minimalismo político, típico de épocas de postguerra, a “preparados para crecer” sin que hayamos crecido, para acabar en este último, despachándose con un “a contracorriente” sin especificar contra qué corriente, pero con unas políticas claras de ir a contracorriente de las necesidades de los extremeños y extremeñas.

Supongo que quién susurra en la oreja del Presidente para lanzar los lemas, quiso en esta ocasión presentar a un Monago en contra, y separado de las políticas de Rajoy, con un único y exclusivo objetivo electoral. Cuando lo cierto es que Monago es cómplice y colaborador necesario de las políticas que se están llevando a cabo en España.

Si esta contracorriente de los extremeños y extremeñas se ha puesto de manifiesto en todas y cada una de las políticas de Monago en Extremadura, en el conocido y perdido estado del bienestar es aun más evidente. Acabar con las políticas de atención a las personas en situación de dependencia, cambiar brutalmente el modelo educativo y el cambio de modelo sanitario han sido las banderas de estos gobierno de la derecha, tanto central, como autonómico.

Al PP lo único que le ha interesado del estado del bienestar es el botín que representa y la mercantilización del mismo. Y en ese empeño han estado y están el gobierno de Rajoy, con la complicidad de los gobiernos autonómicos del PP, incluido el de Monago. Por ejemplo, su participación en el Consejo Interterritorial de Sanidad son para la aprobación y apoyo sin fisuras a medidas contra los más enfermos y más débiles.

El lema de “a contracorriente” en el ámbito de la sanidad es de los más claros. Extremadura es una región con una densidad de población de 24 habitantes por kilómetro cuadrado, donde solamente el 37% de la población vive en lo que se consideran “grandes ciudades”. Es una región donde la media de las pensiones es más baja de todo el país y donde el motor económico se ha basado en su medio natural ahora desaprovechado.

Si de verdad podemos hacer más con menos, si de verdad estábamos preparados para crecer y ahora vamos a contracorriente, Monago en sanidad debería haber protegido a la población, haber buscado los mayores niveles de autonomía personal y haber potenciado el desarrollo rural de Extremadura, combinándolo con políticas adecuadas en las grandes ciudades. Eso hubiera permitido una sociedad más igualitaria y más justa para salir de una crisis económica.

Sin embargo, hemos asistido a un gobierno a contracorriente de la sociedad extremeña. Primero el cierre de los servicios de urgencias rurales, dejo descubiertos a un 30% de la población extremeña, o lo que es lo mismo, a un 50% de los extremeños y extremeñas que viven en nuestros pueblos. Pésima la solución que han intentado dar después.

Con el nivel de rentas de nuestros pensionistas, con el nivel de paro juvenil en Extremadura, que ha hecho que las pensiones sean los únicos ingresos de muchas casas. Monago ha “castigado” a los pensionistas excluyéndoles 417 medicamentos de la financiación y poniéndoles un copago de un 10% de todas las medicinas que necesitan para tratar sus enfermedades crónicas y agudas. Un desembolso de más de 5 millones de euros, con una devolución escasa, y donde la promesa del ejecutivo es poner en marcha un sistema informáticopara que los pensionistas no adelanten más dinero, tras reclamarlo el PSOE por activa y por pasiva.

La puesta en marcha desde que llegaron al gobierno en Extremadura de un “copago hospitalario”, los extremeños y extremeñas cuando ingresamos en nuestros hospitales nos piden que nos llevemos los medicamentos de casa, es como si se hubieran quedado sin medicamentos en los hospitales. Claro que así se copaga por los medicamentos dentro del hospital.

Pero por si no tuviéramos bastante, las listas de espera de nuestra sanidad extremeñas están en niveles irreconocibles, el crecimiento brutal, la falta de transparencia y la desmotivación de los profesionales de nuestros centros hospitalarios están llevando a una situación muy compleja a las listas de espera y de difícil retorno fácil.

La falta de inversión en infraestructuras, con el abandono de los consultorios locales, la no apertura de centros de salud ya terminados y la judicialización del hospital de Cáceres, así como el abandono de la construcción del Hospital de Don Benito-Villanueva de la Serena, no solo mermará la calidad de la sanidad, está acabando con el empleo de la acometida de estas acciones.

Y por último, el copago de medicamentos de dispensación hospitalaria, aprobada en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud donde estaba presente el gobierno de Monago, ahora no pueden ponerlo en marcha, de momento, por problemas a la hora de cobrar el dinero, pero no porque les parezca injusto.

Sería interminable los recortes en el ámbito sanitario que estamos viviendo y haciendo que la sanidad extremeña vaya a contracorriente de los ciudadanos.

Monago comenzó con la política del minismalismo típica de países en guerra, donde se asegura lo más esencial, sin pedir nada más. Pasó por un momento de euforia diciendo que “estábamos preparados para crecer” en este 2013, donde hemos vivido las consecuencias de la recesión económica y ahora toca ir “a contracorriente”, pero de verdad a contracorriente de los extremeños y extremeñas.

Con el paso de los Consejos de Gobierno Extraordinarios, se ve como anuncian como medidas estrella, soluciones parciales a los problemas que ellos, desde el gobierno han creado, así, han anunciado la reapertura parcial de algunos servicios de urgencias que cerraron, la puesta en marcha del sistema informático del copago que ellos implantaron…

Los extremeños y extremeñas no nos merecemos lo que le están haciendo a nuestra sanidad, nos merecemos un gobierno que vaya dando respuestas a nuestras necesidades de salud.

 

José María Vergeles

Secretario de Sanidad del PSOE de Extremadura

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