El Gobierno de Monago nos respondía que la responsabilidad de los controles es de los productores y que dichos controles oficiales sólo se habían realizado en explotaciones de pequeña capacidad para colaborar en lograr el estatus de erradicación de enfermedades y no perjudicar a los ganaderos profesionales.
Los argumentos de la Consejería de Agricultura no se ajustan a la realidad de las actuaciones oficiales en las explotaciones porcinas en los últimos años, pero lo más grave es que por este camino de la privatización de los servicios de control oficial lo que se hace por el ejecutivo regional de Monago es poner en riesgo y dilapidar la herencia recibida de los gobiernos del PSOE de una sanidad animal modelo nacional reconocido por el sector y por el resto de Comunidades Autónomas.
Sí efectivamente, un modelo de Sanidad Animal que consiguió erradicar enfermedades como aquellas que provocaban “las rayas rojas” para el comercio de nuestros animales y productos, un modelo que ha conseguido disminuir significativamente enfermedades transmisibles a las personas como Brucelosis y Tuberculosis, que ha conseguido eliminar las restricciones de la Lengua Azul, que ha conseguido erradicar la Enfermedad de Aujeszky ….. pues bien, este modelo de Sanidad Animal estructurado en equipos de técnicos preparados que intervienen en las explotaciones inspeccionando, controlando, chequeando, y de Laboratorios dotados de especialistas y Kits de diagnósticos suficientes para poder investigar todas las enfermedades críticas de la especie porcina, está siendo desmantelado por el Gobierno de Monago que disminuye el personal de trabajo y se ahorra la compra de kits de diagnósticos, llevando a la Sanidad Animal de Extremadura al grave riesgo de desandar en pocos meses lo andado en muchos años.
Que no olvide el Gobierno Regional que los virus y las bacterias son agentes vivos, que no atienden a consignas políticas, que no conocen fronteras y que si se baja la guardia en su control y erradicación terminan apareciendo y repercutiendo sobre nuestra ganadería, sobre el bolsillo de los ganaderos y sobre el conjunto de la economía regional.
Exigimos responsabilidad al ejecutivo regional en esta materia y que disponga de todos los medios humanos y técnicos necesarios para garantizar la sanidad de nuestra cabaña ganadera.