En el caso del porcino y la enfermedad de Aujezsky, el PSOE de Extremadura ha apuntado en nota de prensa que el gobierno regional «está obligando» a los ganaderos a firmar un documento en el que se les dice que la administración «ya no va a costear los controles de seguimiento de Aujezsky» y que a partir de ese momento son los ganaderos los «responsables del cien por cien de esos controles».
De esta manera, la secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE, María Teresa Macías Mateos, ha exigido que se «corrija de inmediato» dicha decisión y siga siendo la administración regional la que se haga cargo de su «parte de responsabilidad» en materia de sanidad animal, y a la que «pretende renunciar».
«La Junta debe abandonar la improvisación, la despreocupación y el descontrol en esta materia por el bien de la ganadería extremeña», ha resaltado en la nota.
VACUNO Y OVINO
Para el ganado vacuno y ovino, el gobierno de Monago, según el PSOE, prepara un «segundo golpe» en la campaña de lucha contra la Lengua Azul, ya que la «intención de la administración regional es que los ganaderos retiren las vacunas, que paga el Ministerio, y se encarguen directamente de la vacunación».
De nuevo, ha criticado el PSOE de Extremadura, se traslada la «responsabilidad que tiene la administración al ganadero» porque, además de «aumentar los costes de las explotaciones, se olvida que, para asegurar la homogeneidad en la campaña y un buen resultado, ésta deben realizarla los equipos veterinarios de la Junta de Extremadura».
Por este motivo, los socialistas extremeños han sostenido que el Gobierno de Extremadura debe «rectificar de forma inmediata» y «no introducir medidas irresponsables que perjudican de forma directa a los intereses de los ganaderos extremeños y, por extensión, a los ciudadanos como consumidores».
El Ejecutivo extremeño «debe asumir sus obligaciones como garante del sistema sanitario en la ganadería regional», ha aseverado el PSOE regional.
