La universalización de las pensiones y la Ley de Autonomía Personal y Dependencia son las dos grandes medidas de protección a los mayores impulsadas por gobiernos del PSOE. Las personas mayores han pasado de ser las más atendidas por los gobiernos socialistas a ser las peor tratadas ahora por el gobierno del PP, siendo uno de los colectivos más castigados por los recortes sociales del gobierno de Rajoy. Las medidas adoptadas por el gobierno del PP en materia de pensiones, los recortes en dependencia, el establecimiento del copago de medicamentos o la eliminación de los presupuestos para teleasistencia constituyen un durísimo e injustificado castigo de este Gobierno a las personas mayores.
Ahora el Gobierno pone en marcha una reforma de las pensiones para que éstas no suban con arreglo a lo que suban los precios, asumiendo sólo una subida del 0,25% anual. Esto significa que en los próximos 10 años los pensionistas perderán prácticamente un 20% de poder adquisitivo. Y todo ello en un momento en el que se ha producido un fuerte aumento de las personas mayores que ayudan económicamente a sus hijos, hasta suponer más de un 40% de ellos. A todo lo que se suma el hecho de que los pensionistas pagan por primera vez por sus medicamentos.
Los recortes sucesivos en los Presupuestos Generales del Estado aprobados por el Gobierno del PP en 2012 y 2013 han reducido la aportación del Estado al Sistema de la Dependencia en más de un 30%, poniendo en riesgo su sostenibilidad.
Antes estas políticas regresivas, el Partido Socialista manifiesta su firme compromiso de suprimir el copago farmacéutico y la frontal oposición a la rebaja de las pensiones y la consecuente pérdida de poder adquisitivo que sufren y sufrirán aún más las personas mayores en España, apelando a que cualquier cambio en esta materia se desarrolle por consenso en el marco del Pacto de Toledo.