En el cuarto presupuesto de Monago “aumenta la brecha de la desigualdad, de un modo sutil pero continuo, construyendo un sistema de dos velocidades en base a unos pocos centros y convirtiendo a la inmensa mayoría (áreas rurales y periferia de las ciudades) en colegios de tercera”, ha resumido Fernández.
El portavoz de Educación socialista ha desglosado algunos de los recortes más significativos del PGEX 2015 con respecto al de este año: 15 millones de euros menos en el capítulo de personal (lo que supondrá unos 430 profesores menos); recorte de 291.000 euros en monitores para actividades formativas complementarias; 2,8 millones menos para libros de texto; 6 millones menos para transporte escolar; o 1,1 millones de euros menos para los comedores escolares que paga la Junta de Extremadura (unos 130 colegios de la Región).
Para Fernández, “mientras la Consejería de Educación anuncia el programa “eScholarium” para libros digitales, que solo llegará a 92 centros educativos de los más de 700 que hay en Extremadura, y anuncia ayudas millonarias para tabletas digitales, las familias no tienen para libros de texto ni transporte con el que llevar a sus hijos al colegios”. De manera que “Monago recorta en lo fundamental y despilfarra en lo accesorio”, señala.
En ese sentido, Luciano Fernández acusa a Monago de “meter pizarras y sacar profesores de las aulas”, de promover “alumnos de primera, que viajarán en autobús a sus centros escolares y alumnos de tercera que irán en el coche de San Fernando, un ratito a pie y otro andando”, y de hacer que en los comedores escolares “haya más aparatos pero menos platos”.
El cuarto y último presupuesto de Monago “consolida el deterioro casi irreversible de la Educación Pública”, ha sintetizado Fernández, para quien “con menos profesores, menos libros de texto, menos actividades complementarias, menos transporte escolar y menos comedores, no se construye un sistema educativo de calidad, equilibrado, integrador, de todos y para todos”.