Así lo ha denunciado la Secretaria de Agricultura del PSOE de Extremadura, María Teresa Macías Mateos, quien ha advertido de los perjuicios que esta drástica reducción causa de forma directa a viticultores, cooperativas, bodegas y empresas de servicio, “que constituyen un tejido económico motor de la economía en muchos pueblos de Extremadura”. “Si el sector ya atraviesa una difícil situación por los escasos precios de mercado y la extrema dificultad de financiación, ahora el problema se agrava”, ha manifestado.
Por ello, el PSOE de Extremadura va a exigir una mayor atención al sector del viñedo regional para corregir la nefasta gestión política que se está llevando a cabo.
Según Macías Mateos, “el gobierno de José Antonio Monago está permitiendo que los fondos consolidados por los viticultores extremeños se estén derivando a otras regiones, no hay ni estrategia política ni previsión en las negociaciones que se hacen en las mesas del Ministerio en Madrid”.
A su juicio, se anuncian, con total frivolidad, por parte de la Junta de Extremadura, volúmenes de dinero que “inducen a la confusión con el único fin de tapar las vergüenzas y negligencias en la gestión política que lleva su departamento”. De manera que las cifras facilitadas por el consejero de Agricultura “se quedan en realidad en la mitad, puesto que las ayudas son al 50% de la inversión total, y además, son fondos a repartir hasta el año 2018, concretamente 5.701.362 euros de ayuda para proyectos de inversión y 113.107 euros para promoción”.
Tras las reformas de la PAC, a Extremadura deberían haber llegado unos 21 millones de euros, descontando los fondos integrados en el Régimen de Pago Único. “El desastre se refleja en las cifras de 2013, cuando al sector del viñedo regional tan sólo llegan 10,44 millones de euros”, señala la responsable de Agricultura de la Ejecutiva Regional socialista.
El PSOE, ante este descalabro, exige al gobierno de Monago que tome la iniciativa porque no es solo que el PP de Extremadura esté incumpliendo su programa electoral, es que se comporta como “pura Yesca, una enfermedad que mata a las vides”.