La diputada Marisol Mateos ha subrayado, en declaraciones a los medios este martes, tras visitar el Centro de Día Trajano de Mérida, que su grupo viene denunciando desde hace meses que «el pretendido ahorro y la optimización de recursos que tanto reclamaba el Gobierno de Monago (el coste del menú ha pasado de 3,70 euros a 2,70 euros) va en detrimento de la calidad del servicio a los mayores».
Mateos sostiene que la entrada en servicio del proveedor único se ha traducido en una «alimentación mermada significativamente». «En dos semanas desayuna mal, come peor y las cenas casi ninguna son comestibles», ha subrayado, al tiempo que ha destacado que los usuarios pagan ahora una media de «700 euros más al año».
Por este motivo, ha pedido al Gobierno de Extremadura que «rectifique» un sistema que antes la administración «hacía bien» y que ahora gestiona «una empresa de fuera de Extremadura».
Ha añadido que con la entrada del proveedor único hay puestos de trabajo en estos centros que corren peligro. «Tememos que muchos de los trabajadores que hoy desarrollan estos trabajos en los centros irán a la calle», ha dicho.
Marisol Mateos ha mostrado su preocupación por la evolución del «problema» de la calidad de las comidas, puesto que en estas dos primeras semanas los trabajadores de los centros han podido utilizar víveres que aún tenían en los almacenes, pero «ahora dependen del proveedor para que les suministre los menús».
MISMO MENÚ PARA TODOS
La diputada socialista ha resaltado que estos menús son el mismo para todos los usuarios, «da igual que sea residencia de mayores, centro de día o centro sociosanitario». «¿Cómo va a comer una persona valida igual que una persona dependiente, encamada, o con problemas de deshidratación, deglución, etc.?», se ha preguntado Mateos.
Esta situación que este jueves han denunciado ante la opinión pública junto a los usuarios del centro emeritense, confirma las advertencias que venían realizando desde antes de que se pusiera en marcha el servicio con respecto a que «el pretendido ahorro de un millón de euros iría en detrimento de la calidad», ha apuntado.
«INDICIOS» DE PRIVATIZACIÓN DEL SERVICIO
Asimismo, la introducción del proveedor único ha cambiado la forma de gestión presupuestaria de los centros, de tal forma que aquello que hasta ahora venía recogido en el Capítulo 1, pasa ahora a capítulo 6, encomienda de gestión», con lo que «empezamos el servicio de privatización de los centros de la comunidad autónoma», ha señalado la diputada socialista.
«Tenemos indicios y ejemplos claros de otras comunidades autónomas», entre las que Mateos ha citado a la Comunidad Valenciana.
Por todo ello, ha anunciado que visitará todos y cada uno de los 27 centros de la comunidad para reconocer esta situación, y para demostrar que el Gobierno regional está «mintiendo a la ciudadanía». «No es por alarmar, lo hacemos porque nos llaman las personas mayores para contarnos lo que está pasando».
En este sentido, la diputada María Consolación Serrano, ha señalado que tienen constancia de que «todos los centros han sido perjudicados» en la calidad de las comidas, y ha citado los casos concretos de las residencia El Prado y el centro de día Trajano de Mérida, la residencia de mayores Juan Carlos Rodríguez Ibarra de Villafranca, o la residencia de La Coronada.
COMIDAS CONGELADAS
La diputada María Consolación Serrano, que ha apuntado que es enfermera de profesión y que ha trabajado en residencias de mayores, ha comprobado que las fichas técnicas de las comidas que se sirven desde la entrada en vigor del proveedor único reflejan «una merma brutal de la calidad de los alimentos que les llega a los abuelos».
Así, ha comentado que el aceite de oliva «desaparece prácticamente» de la dieta, y que solo se utiliza «en contadas ocasiones como aliño». Se enriquecen las comidas con «caldos concentrados, un aditivo que estaba ya erradicado por su elevado contenido en sal, que supone un factor de riesgo cardiovascular».
Igualmente, ha dicho, «desaparecen los alimentos frescos. Está todo congelado: albóndigas, hamburguesa, todas las carnes; el huevo líquido envasado en tetra brick».
Por otro lado, ha señalado que al suministrarse diariamente los alimentos a los centros para la elaboración de un único menú, sus trabajadores no tienen alimentos para «improvisar dietas» para atender «a un mayor que sufra ese día diarrea o vómitos y, por tanto, requiera dieta blanda».
MENOS CANTIDAD EN LOS PLATOS
Además de la «tremenda merma» en la calidad de la comida, también ha hecho referencia a la disminución de la cantidad que se ofrece. En este sentido, ha mostrado su «asombro» al comprobar que «un plato de calabacín con queso, el queso que contiene es de 10 gramos, que es la mitad de un quesito», o un gazpacho que contiene 45 gramos de tomate, que es la mitad de un tomate pequeño, o el cocido madrileño es «un cocimento de huesos con caldo concentrado».
Por todo ello, ha exigido al presidente del Gobierno extremeño que «cambie la ficha técnica y que le dé calidad y cantidad suficiente para asegurar una alimentación de calidad a los usuarios».
LA CENA DE ANOCHE, «AL VÁTER»
Las críticas de las diputadas socialistas han sido corroboradas por algunos de los usuarios del centro. Vicente Gutiérrez, ha señalado que «la cena hay que tirarla siempre, toda, y la merienda algunas veces está buena y otras mala».
Ha explicado que padece de diabetes, y que como «lo mismo que el resto, pero sin sal», al tiempo que ha añadido que la pasada noche cenó lo que le preparó su esposa, porque lo que le sirvieron en el centro acabó «en el váter».
Alfonso Viñuela Muñoz ha señalado que hay «mucha diferencia» en la cantidad con respecto a la comida que servían antes. «Antes ponían de comer más de lo que ponen ahora para toda la semana», ha señalado.
Con respecto a la calidad ha dicho que «ha cambiado de la noche al día», y que, por todo ello, ya se ha planteado darse de baja como usuario del centro, pero está esperando «unos días» para ver cómo evoluciona.