Todas estas noticias son medidas tomadas por el Gobierno del PP en Extremadura, que ponen de manifiesto por dónde quieren llevar la región: por la privatización de la gestión de los servicios públicos para que determinadas empresas hagan negocio mientras se ahoga aún más a las familias extremeñas con las subidas de impuestos y tasas.
Frente a esta forma de gobernar, en el PSOE estamos convencidos de que otra Extremadura es posible, de que mientras en el Parlamento Autonómico existe una mayoría conservadora de derechas, en la calle, en la sociedad, hay una mayoría social ciudadana progresista, por lo que se hace necesario crear una marea social progresista por otra Extremadura diferente, que la podemos hacer posible.
Hubo una época, que hoy desde la distancias me atrevería a decir que épica, en la que nos tocó luchar contra los recortes a las libertades.
Ahora ha comenzado otra época en la que nos toca luchar contra los recortes a los derechos sociales, que no dejan de ser recortes a la libertad de los ciudadanos. Ya es hora de que la política no solo se haga desde el Gobierno o el Parlamento, los políticos debemos estar pegados a la realidad y luchar junto a los ciudadanos recogiendo sus preocupaciones y sus demandas diarias, y cambiando con ellas la dura sociedad que nos está tocando vivir. Frente a la resignación como valor que está tratando de imponer el PP, hay que pasar a la esperanza por un futuro progresista en Extremadura; frente a la propaganda del PP, la transformación progresista de la realidad; frente a los recortes de derechos, la reconquista de esos derechos; frente a la eliminación de servicios públicos, la puesta en valor de todo lo público; frente a la cultura del miedo que quiere instalar el PP, la cultura del compromiso y la crítica social; frente al conformismo conservador, la lucha como herramienta diaria por un futuro mejor.
Son ya 170.300 parados en Extremadura. Esta cifra no puede ser, como pretende el Gobierno del PP del señor Monago, la cifra de la resignación, la cifra de lo irremediable, como si de un castigo divino se tratara. Para el PSOE, para los progresistas, esa cifra es y debe ser la cifra de la lucha, de la movilización social, del compromiso. No hay nada más importante ahora mismo en Extremadura que hacer que esta cifra baje hasta su más mínima expresión. Las diez primeras batallas en esa lucha por “Otra Extremadura es Posible” debe tener la creación de empleo como la principal meta a conseguir. Sí se puede mantener con otras políticas la vida de las pequeñas y medianas empresas extremeñas, 1.300 han desaparecido desde que Gobierna Monago. Sí se puede hacer que los agricultores sigan en el campo, 5.000 lo han abandonado debido a las políticas de derechas. Sí se puede evitar el exilio de miles de jóvenes extremeños. Sí se puede volver a abrir las urgencias rurales extremeñas, 70.000 extremeños afectados por su cierre. Sí se puede recobrar las becas y ayudas al estudio que han recortado salvajemente. Sí se puede volver a hacer gratuito el transporte escolar para más de 7.000 alumnos extremeños, y las aulas matinales que asfixian aún más a familias medias extremeñas. Sí se puede volver a hacer gratuitos los medicamentos para los pensionistas y que sus pensiones suban como mínimo como lo hace el nivel de vida. Sí se puede eliminar la tasa Monago del agua y Sí se puede hacer que la renta básica llegue a tiempo, se reconozca y se pague de forma rápida a todos los extremeños que de verdad lo necesiten para garantizar su dignidad. Mientras el PP ha estado subiendo y creando impuestos y tasas que ahogan más a las familias y pequeñas empresas, desde el PSOE consideramos que los grandes defraudadores de impuestos siguen yéndose de rosita y las grandes fortunas siguen pagando proporcionalmente menos que los trabajadores, que lo único que tienen son sus nóminas, que nunca antes se habían recortado tanto en tan poco tiempo.
Estamos convencidos de que si la Marea Social Progresista de Extremadura se pone manos a la obra, recuperaremos todos esos derechos, esa dignidad que tantos extremeños han perdido, se la han robado en un bus escolar, en una guardería, en una consulta de urgencias, en una facultad universitaria o en una farmacia de barrio extremeña. Sí, se puede.
